Finalmente, la mascarilla será obligatoria en la calle si no se pueden garantizar los dos metros de distancia mínima y en espacios cerrados.
Así lo acordó este lunes el Ministerio de Sanidad con los distintos ejecutivos autonómicos. Ahora, en plena desescalada, el empleo de la mascarilla será una obligación cuando no se puedan garantizar los dos metros de distancia mínima en la vía pública y también en espacios cerrados.
Según informó este lunes Sanidad pasadas las 20:00, el acuerdo con las comunidades se alcanzó durante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), que se reunió en la tarde de este lunes. «Será obligatorio, como hasta ahora, en el transporte público, y también en espacios cerrados«, además de en la calle, en los supuestos ya mencionados, cuando no se pueden guardar los dos metros.
Sanidad no especificó cuándo se sabrá si esta distancia de seguridad está garantizada y cuándo no. Y también si hay excepciones, como personas con diversas patologías o niños. El departamento que dirige Salvador Illa adelantó que los detalles sobre la obligatoriedad de la mascarilla quedarán recogidos en una orden ministerial que se publicará «en los próximos días».
Las recomendaciones, primero, y la obligación, después, sobre el uso de mascarillas han ido variando desde el inicio de la crisis del coronavirus. Primero estaba desaconsejado que personas asintomáticas las llevaran, después pasaron a ser recomendables y finalmente se hizo de obligado cumplimiento usarlas para acceder al transporte público. Hasta ahora, su uso es “muy recomendable” en los lugares donde no se pueda respetar la distancia de seguridad de dos metros.
Para la población general se recomiendan dos tipos de mascarillas: las quirúrgicas y las higiénicas. Están pensadas para evitar que la persona que la lleva pueda contagiar al resto. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.