Auténticos iconos de Madrid como el templo de Debod y el anuncio de Schweppes están de celebración ya que cumplen 50 años en este año 2022
El templo de Debod y el anuncio de Schweppes llevan con nosotros toda la vida, ¡o quizás no tanto! En este 2022 muchos son los edificios y museos de nuestra ciudad que cumplen su primer medio siglo. Es hora de recorrerlos y descubrir quiénes forman parte de esta monumental y muy curiosa generación del 72.
TEMPLO DE DEBOD
Aunque tiene el honor de ser el monumento más antiguo de cuantos podemos ver en Madrid -¡tiene más de dos mil años!- no siempre ha formado parte del paisaje. Situado en el parque del Oeste, en el alto donde se encontraba el Cuartel de la Montaña, es uno de los grandes iconos de nuestra ciudad. Pero, ¿qué hace aquí? Fue donado por el gobierno de Egipto a España en compensación por la ayuda recibida tras el llamamiento realizado por la Unesco para salvar los templos de Nubia, en riesgo de desaparición debido a la construcción de la presa de Asuán.
Aunque la donación tuvo lugar en 1968 no fue hasta el verano de 1972 cuando fue inaugurado. Fue traído piedra a piedra y reconstruido de manera que conservase aproximadamente la misma orientación que en su lugar de origen, de este a oeste. Está dedicado a los dioses Amón e Isis y se puede visitar por dentro. Eso sí, lo mejor aguarda fuera. Junto a él se puede disfrutar de la mejor, y más bonita, puesta de sol de Madrid.
EL ANUNCIO DE SCHWEPPES
Realizar la que es una de las escenas más célebres del cine español no fue tarea fácil. Álex de la Iglesia la había visto una y mil veces en su cabeza antes de poder decir la palabra más anhelada por cualquier director: ¡acción! Hubo que reproducir barra a barra y con total exactitud el anuncio de Schweppes del edificio Carrión y llevarlo a un estudio. Pero la sensación fue real: todo el mundo al contemplar hoy el luminoso recuerda ese momento cumbre de El día de la bestia. Santiago Segura y Álex Angulo colgaban de él tras una persecución demoníaca. Quién no cree verlos aún ahí, a punto de caer, al mirar hacia arriba y hacer la foto de rigor a uno de los emblemas más famosos de la Gran Vía. La licencia de instalación del anuncio de Schweppes fue expedida el 5 de agosto de 1972, pero su colocación no se hizo efectiva hasta el mes de septiembre, tras pagar al Ayuntamiento 3.750 pesetas. Tiene 312 barras, 11 metros de altura y 100 kilos de peso.
EL ZOO DE MADRID
Fue inaugurado tal y como hoy lo conocemos el 22 de junio de 1972. Pero su historia comienza en el año 1774, fecha en la que el rey Carlos III mandó construir un parque de animales en la actual Cuesta de Moyano, cuyos terrenos formaban parte de los jardines del Palacio del Buen Retiro. La idea era que fuera un complemento al Gabinete de Ciencias Naturales que se pensaba ubicar en el edificio que hoy alberga el Museo del Prado. Solo Viena tuvo, antes que Madrid, su propio zoológico. La fauna que lo habitaba (guacamayos, tucanes, pumas, monos…) procedía sobre todo de América. Con el tiempo las instalaciones serían trasladadas, primero a la zona del parque más próxima a la Puerta de Alcalá, y después, con Fernando VII en el trono, a la de la puerta de Sainz de Baranda, donde permanecería por muchos años.
En 1972 fueron trasladados al nuevo recinto de la Casa de Campo más de 550 ejemplares correspondientes a 83 especies. Hoy el Zoo Aquarium de Madrid cuenta con más de 6.000 animales de 500 especies distintas. Entre ellos, los pandas gigantes, seña de identidad del parque, que colabora con China en su protección. El pasado 6 de septiembre nacieron aquí dos bebés panda, You You y Jiu Jiu, que son toda una sensación. Ambos se encuentran en la pagoda. Es posible observarlos en tiempos alternos, mientras uno de ellos permanece con la madre, y en ocasiones también juntos, durante el descanso de su mamá, Hua Zui Ba.
EL MUSEO DE CERA
Si la Marilyn Monroe que habita en él pudiera cobrar vida por un momento seguro que cantaría el Happy Birthday To You… El Museo de Cera de Madrid fue inaugurado el 14 de febrero de 1972, tras un trabajo de selección e investigación realizado por profesionales relacionados con el séptimo arte (decoradores, diseñadores de vestario, maquilladores…). La primera escultura en cera que vio la luz fue la de Cristóbal Colón. Tras él llegarían, con el paso de los años, más de cuatrocientas, entre personajes históricos, estrellas del cine y el deporte o escritores universales. Cuenta también con una galería de terror. Aunque, si de lo que se trata es pasar un poco de miedo, quizás haya que apuntarse a sus espectáculos de mentalismo. En ellos, los asistentes recorren el museo a oscuras, una vez cerrado al público, a la luz de las linternas.
UN MUSEO AL AIRE LIBRE
Situado bajo el paso elevado que une las calles de Juan Bravo y Eduardo Dato, el Museo de Esculturas al Aire Libre de La Castellana, ahora en proceso de rehabilitación, contiene una excelente colección de escultura abstracta española. Pero, ¿cómo se gestó su creación? Primero se planeó la construcción del paso elevado, inaugurado en 1970. Tras muchas conversaciones con el artista Eusebio Sempere, los ingenieros del proyecto, José Antonio Fernández Ordóñez y Julio Martínez Calzón, pensaron que sería estupendo idear un espacio para que la ciudadanía pudiera entrar en contacto con las vanguardias artísticas. Finalmente el museo abrió al público en 1972, pero la inauguración tardaría en llegar. ¿El motivo? El difícil montaje de La sirena varada, obra de Eduardo Chillida especialmente creada para quedar suspendida de los pilares del puente. Puesta y retirada, por miedo a que el puente cediera, finalmente quedó expuesta para siempre en 1978. Nota para curiosos: ¡pesa 6.150 kilos! En la colección podemos ver otras obras de otros grandes artistas como Joan Miró, Alberto Sánchez o Julio González.
HOTEL VILLA MAGNA
Largamente reconocido por los viajeros internacionales más exigentes, el icónico hotel madrileño acaba de reabrir sus puertas como Rosewood Villa Magna. Un establecimiento de lujo inaugurado en 1972 sobre el solar que en su día ocupó el Palacio de Anglada, en pleno paseo de la Castellana. Elegancia y tranquilidad se funden en este hotel, que cuenta con 154 habitaciones y suites y una espectacular oferta gastronómica que lo convierte en todo un templo para gourmets. El restaurante Amós, comandado por el chef Jesús Sánchez, es su buque insignia: las montañas y la granja, transformados por el toque creativo y la visión contemporánea del reconocido cocinero. A él hay que sumar el restaurante Las Brasas de Castellana, con su sensacional parrilla, el café Flor y Nata, con las dulces tentaciones creadas por el chef pastelero Emanuel Alvés, y Tarde.O, para disfrutar de la mejor coctelería acompañada de tapas madrileñas.