Ferpal, con casi medio siglo a sus espaldas sirviendo uno de los mejores sandwiches de Madrid, echa el cierre por la crisis del coronavirus
Muchos negocios míticos de la capital están sucumbiendo a la crisis del coronavirus. El último en anunciar su cierra ha sido Ferpal, un local situado junto a la Puerta del Sol que recordaréis por su inconfundible escaparate con jamones colgados y sus afamados sandwiches.
Ferpal es uno de esos sitios «de toda la vida», tradición y calidad desde el 1971. Situado en pleno centro de Madrid, calle Arenal 7, es un establecimiento muy popular dentro del círculo padres-abuelos. Ellos sí que saben.
Aunque el lugar no es especialmente grande (no hay mesas, solo una barra de acero inoxidable) es totalmente recomendable para merendar algo salado. Los sandwiches que tienen, a los que ellos llaman «sanwichs», no tienen nada que envidiar a los de otros establecimientos algo más conocidos (a todos nos viene a la cabeza una franquicia que tiene nombre de una parte de la pierna).
En sus mostradores refrigerados, como si se tratase de un mercado tradicional, se despachan quesos y embutidos al corte, los grandes protagonistas en su escaparate principal junto a los jamones colgados y otros productos de primera calidad procedentes de distintos puntos de la geografía española como legumbres, dulces típicos, conservas, vinos, licores y un largo etcétera.
Desgraciadamente ha llegado la noticia que nadie quería leer. Ferpal, a través de sus redes sociales, más concretamente Instagram, acaba de anunciar que echa el cierre a finales del mes de febrero. Sin lugar a dudas otro duro golpe para el comercio tradicional madrileño, y nos tememos que no será el último.
Pero Ferpal ha dejado bien claro que no se quieren marchar sin celebrar el 50 aniversario, y por ello van a ofrecernos las mejores ofertas en sus productos durante estas dos últimas semanas abiertos.
Así, acaba de colgar en su cuenta de Instagram una gran oferta, la pieza de jamón ibérico de cebo de campo por 97,80€, y de jamón ibérico de cebo por 119€, sin lugar a dudas un precio imbatible. Una buena excusa para darle el último adiós a este establecimiento «de toda la vida».
Estuve allí una tarde. Era como entrar a una juguetería cuando era pequeño y saber que cierra es como ese cerrojo a la puerta de los sueños. Me apena. Espero que vengan mejores tiempos y pueda reabrir para gozar de esas exquisiteces. Les escribo desde Bogotá con una enorme tristeza,-.