A perro flaco todo son pulgas. Si ya es complicada la situación para la hostelería, el café Gijón, único café literario sobreviviente en Madrid, acaba de sufrir un brutal atraco.
Los responsables del mítico Café Gijón se han encontrado las cristaleras reventadas al llegar este domingo. Y es que de madrugada han accedido al local con gran violencia, con un butrón con una maza o un martillo de grandes dimensiones que les ha desvalijado las cajas.
Han destrozado el sistema de cobro informático y se han llevado todo el efectivo. Incluso han sustraído botellas de whiskey y vinos de alto valor económico muy cotizadas. Las pérdidas se elevan por encima de los 20.000 euros.
Con todas las pérdidas que tenemos ahora, complica mucho más nuestra situación” denuncia uno de los responsables del café Gijón. Este brutal atraco llega en el peor momento, ahora que en las terrazas solo pueden tener un aforo del 50 %.
Historia viva de la cultura
Si bien en sus primeros años de vida el café fundado en 1888 por el asturiano Gumersindo Gómez no pasó de ser un local agradable y de barrio, tras la Guerra Civil Española comenzó a cobrar fama entre los intelectuales de la ciudad, convirtiéndose en un lugar de encuentro indispensable para cualquiera que visitara los círculos culturales de la capital.
Situado en el Paseo de Recoletos, su decoración seguía la de los grandes cafés europeos, con abundante madera, dorados y mesas de mármol. A principios del siglo XX no era raro ver en su terraza o en el local a destacados miembros de la política o la cultura, como José Canalejas, Ramón y Cajal o Ramón del Valle-Inclán.
En 1916, mientras el resto de Europa se veía envuelta en la Gran Guerra, el Café Gijón cambiaba de dueño y comenzaba a ser frecuentado por numerosos exiliados, diplomáticos y espías. Se cuenta que incluso la famosa Mata Hari llegó a visitar el café, aumentando así su fama.
Antes de la Guerra Civil eran habituales autores como García Lorca o Jardiel Poncela, pero carecía de la fuerza como para tener su propia tertulia literaria, algo que sí habían logrado otros locales. La época dorada como café literario del Café Gijón surgió con la llegada de Eugenio D’Ors, Poncela, Camilo José Cela o Gerardo Diego, entre otros.
Un punto de inflexión en la fama del Café Gijón fue la creación en 1949 del Premio de Novela Corta Café Gijón, que hizo famoso el local a nivel nacional. Todos los que querían ser alguien en el mundo cultural visitaban sus mesas, y en los años 50 aparecieron autores como Celaya, Caballero Bonald o López Salinas. Las estrellas extranjeras también, siendo sonada la presencia de Truman Capote y muchos actores de Hollywood.