La Casa de Campo alberga un gran tesoro del siglo XVI desapercibido para la mayoría de madrileños. Se trata del conjunto formado por el palacete de los Vargas, el jardín del Reservado Chico y las grutas, que tras varios años de inexplicable abandono, va a ser recuperado por el Ayuntamiento de Madrid.
El acceso a la Casa de Campo desde el Puente del Rey, a orillas del Manzanares, es una ventana al Real Sitio que Felipe II imaginó para Madrid y a uno de los principales vestigios del siglo XVI en la ciudad. El palacete de los Vargas, el jardín del Reservado Chico y las grutas que lo atraviesan configuran un complejo patrimonial único que, sin embargo, pasa casi desapercibido para buena parte de los madrileños, relegado al olvido desde hace años. Así, el objetivo del Ayuntamiento de la capital es recuperar este enclave histórico del parque con la rehabilitación y reapertura de los elementos. La concejalía de Cultura, Turismo y Deportes ultima ya el plan director para abordar los tres proyectos a medio plazo.
La idea del nuevo Ayuntamiento de PP y Ciudadanos se centra en recoger el testigo de sus predecesores y poner en valor la importancia de estos exponentes renacentistas, muy relacionados con el traslado de la Corte a Madrid por Felipe II, en 1561. El lugar data de esta época, cuando el monarca vio en la casa de los Vargas y sus jardines el punto de partida ideal para crear un Real Sitio, con un palacio rodeado de un bosque para sus cacerías. Fue comprando terrenos hasta que solo un año después de asentar la capitalidad cierra el círculo de su sueño de recreo.
La previsión es que en el primer trimestre del año que viene esté listo el plan director para saber qué hacer en cada uno de los lugares y de qué forma. Una vez finiquitado y presentado el trabajo, será analizado por Levy y por expertos del área, paso previo a la creación de una mesa técnica que marque los plazos y el camino a seguir, así como toda la tramitación administrativa.
Uno de los extremos a tratar en los próximos meses será el uso que se dará, por ejemplo, al palacete. Un ejemplo de que no es una tarea fácil es que en mayo de 2018 la Comisión Local de Patrimonio Histórico rechazó que se convirtiera en un centro dedicado a la gastronomía, como planteaba el equipo de Gobierno de Manuela Carmena. La declaración como BIC marca que tenga un uso «característico cultural y/o museológico, ligado preferentemente a hechos o actividades relacionados con el Sitio Histórico».
Tres proyectos en uno
La profundidad de las actuaciones dependerá en función de cada pieza de este complejo histórico único. Mientras que el palacete de los Vargas ya no necesita de una reforma integral y apenas faltan unos retoques para su nueva vida, las grutas sí requieren de una atención especial. Igualmente el Reservado Chico, del que solo queda el nombre de lo que fue y habrá que reconstruirlo casi por completo. El Ayuntamiento supedita el calendario y la prioridad de este trabajo a las conclusiones del plan en redacción.
La galería, diseñada en el siglo XVI por Juan Bautista de Toledo tras el encargo de Felipe II, destaca como uno de los grandes tesoros de la segunda mitad del XVI, olvidado en la Casa de Campo, el parque más grande de Madrid con 1.732 hectáreas. Aunque en la acometida de 2007 se apuntalaron las bóvedas por el riesgo de colapso, la promesa de reapertura no se fraguó. Tampoco la recuperación del jardín, incluido en el mismo plan municipal. Los reservados Chico y Grande desaparecieron con el vivero municipal que se instaló en la zona.