Restaurante La Clave, un impresionante local de más de 400 m2 situado en pleno corazón del Barrio Salamanca.
Un viaje gastrónomico a la autenticidad de la cocina española con más de 70 recetas entre guisos, mariscos, arroces, pescados y carnes de todo el territorio nacional. Materia prima de primera calidad a precios razonables en un entorno priviligiado y un gran equipo pofesional hacen del Restaurante La Clave una elección que no os va a defraudar.
Paella valenciana, rabo de toro o cochinillo al estilo segoviano: las recetas clásicas, tradicionales, sin artificios, son las protagonistas de La Clave, un local de reciente apertura en el barrio de Salamanca (Velázquez, 22).
Un equipo consolidado reafirma el proyecto de Tomás Gutiérrez, Presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid ‘La Viña’. Juan Ramón Aparicio cuenta con 25 años de experiencia en la capital. Ha dirigido restaurantes de cocina de vanguardia como Welow, Be-Four y Barroque, éste último en colaboración con el ex jugador del Real Madrid José María Gutiérrez ‘Guti’. Le secunda el metre José Ramón Ara. Pepe Filloa maneja los fogones. Jesús Flores firma una vinoteca con 60 etiquetas de prestigio y Miguel Setién está al cargo de su línea de coctelería.
El local cuenta con una dimensión de 400 m2 divididos en dos plantasque acogen a más de 80 comensales. Los salones de comidas de arriba se caracterizan por una elegancia sobria y sofisticada. Abajo, denominado El Secreto de Velázquez, nos espera un íntimo espacio de barra, coctelería y música ambiental, que respeta los antiguos arcos de ladrillo al fresco de una carbonería de principios del siglo XX.
La Clave cuenta con un acogedor reservado para reuniones privadas y de empresa. Situada junto a la esquina de la calle Jorge Juan, su terraza da cabida a más de 40 personas. Es el nuevo punto de encuentro del ambiente nocturno del barrio de Salamanca en las cálidas noches de verano.
El glamour de la cocina tradicional
Con predilección por los guisos y platos de cuchara, la cocina de La Clave se basa en la calidad de sus materias primas. Su carta recupera productos y platos emblemáticos de nuestras comunidades autónomas.
El viaje gastronómico comienza en Galicia. Para sus entrantes apuesta por el pulpo a la brasa, además de su versión ‘A’Feira’ con cachelos y pimentón. Entre sus mariscos, zamburiñas a la plancha. De sus pescados se trae la merluza de pincho de Celeiro y de Burela, la más cotizada del mercado ya que no sufre descamación en su captura, su pigmentación se mantiene intacta y su carne firme. También se sirve a la plancha y en delicias. De la ternera lucense se escoge el entrecot y el chuletón laminado. Y filloas de leche de postre.
Continuamos por la cornisa cantábrica. Además de las setas al Cabrales como entrante y de la fabada, de Asturias se presta especial atención al cachopo, plato regional de moda. Su principal novedad es el de merluza, relleno con finas capas de salmón. La versión clásica se prepara con filetes de la Indicación Geográfica Protegida ‘Ternera Asturiana’ y jamón ibérico. De Cantabria no falta la jugosa anchoa de Santoña o Princesa del Cantábrico, de las mejores del mundo debido a su carnosidad y retrogusto. Entre los pescados de las frías aguas norteñas se escoge el pixín o pez sapo, caracterizado por su aromática carne blanca y baja en grasas. Se cocina al horno, acompañado de pimientos y patatas panaderas. Completan éste apartado la receta vasca del bacalao a la vizcaína con fondo de pil pil y los calamares en su tinta.
La Clave no se olvida de la ribera navarra del Ebro, con sus alcachofas blancas en flor. Su forma redondeada y orificio circular superior impiden que las hojas se cierren. Se salpican de virutas de jamón ibérico. Las soleadas tierras de Castilla y León nos regalan otros bocados: torreznos sorianos, cecina leonesa, sabrosa morcilla de Villarcayo… Hasta llegar al cochinillo servido al puro estilo segoviano, cuya tostada piel cruje entre los dientes.
Uno de los imprescindibles platos de cuchara de La Clave es el cocido madrileño en cuatro vuelcos. Su variedad de guisos recoge otras recetas castizas, como los callos, el conejo asado a baja temperatura y el pollo de corral en pepitoria. A la Comunidad Valenciana se dedica su repertorio de arroces y fideuás. Además de paella, el arroz negro y el senyoret, o del señorito, cuyos ingredientes están todos listos para comer sin mancharse los dedos. También los hay caldosos: con bogavante y carabineros.
Arribando al Sur, Andalucía protagoniza el apartado de mariscos, con las gambas blancas de Huelva y sus cigalitas fritas a la sartén, los langostinos de Sanlúcar… El rabo de toro al estilo cordobés pone el acento andaluz en los guisos.
Tartar de salmón, berenjena a la miel de caña y calamares de potera también figuran en los entrantes. No faltan la parrillada de verduras y las ensaladas de tomate con ventresca, rulo de cabra y mediterránea. Los postres incluyen arroz con leche, leche frita, tarta de queso Premium, fruta variada y hojaldre, entre otros.
Nuestra experiencia gastronómica
Croquetas de pringá de cocido con humus, muy original tanto la presentación como el toque de humus.
El carpaccio de bacalao, que se combina con aceite de oliva y tomate, aporta un toque refrescante.
Las habitas con foie son cremosas, muy tiernas, y se sirven acompañadas de un foi suculento y un jamón ibérico.
Huevos rotos con aceite de trufa y zamburiñas, una delicia gourmet para el paladar.
El bacalao a la vizcaína con un toque de pilpil, un pescado suave y fresco, pleno de sabor, que se lamina sutilmente en el paladar a cada bocado, maridado con un pilpil delicioso.
Un entrecot laminado presentado al estilo más clásico, jugoso y apetecible.
Y como postre un delicioso arroz con leche estilo asturiano con el azucar tostado.
Menú La Clave
La Clave propone un menú compuesto por dos entrantes a elegir entre seis, un segundo a elegir entre tres, además de pan, bebida y postre. Así, se pueden combinar unas habitas con foie o unos fritos de Brie con un cachopo de merluza, un rabo de toro estofado o un conejo asado. Su repertorio varía cada semana, además de por temporada.