Todo una historia viva de Madrid, el restaurante Lhardy, abierto desde 1839, acaba de presentar preconcurso de acreedores.
El restaurante Lhardy, que abrió sus puertas en la carrera de San Jerónimo en 1839, ha presentado el preconcurso de acreedores debido a la complicada situación fruto de la pandemia de coronavirus y las restricciones, según ‘El Mundo‘.
El preconcurso es la situación previa al concurso de acreedores, y se produce cuando una empresa se declara insolvente y lo comunica al juzgado.
Desde que una empresa pide el preconcurso, cuenta un plazo de cuatro meses para intentar alcanzar un acuerdo de pago con los acreedores o proveedores y refinanciar la deuda. Si esto no ocurre, finalmente se presentará el concurso.
En este caso, por lo tanto, que Lhardy haya presentado el preconcurso no implica que vaya a cerrar, pero sí que se enfrenta a una situación muy complicada.
Según el medio, el restaurante ha tomado esta decisión por la situación extrema provocada por la pandemia de covid-19, que ha obligado a establecer cierres y restricciones que afectan directamente a la hostelería.
Su facturación se ha desplomado un 70% debido, principalmente a que la Comunidad estableció un aforo en el interior de los locales y, en el caso de este establecimiento, no cuenta no terraza.
Además, tiene una plantilla de 40 personas, de las que 18 están en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Lhardy celebró su 175 aniversario en 2014. Ya a finales del siglo XX, tras más de siglo y medio de existencia, estaba considerado como un espacio con solera que ha contemplado parte de la Historia de España y de Madrid.
Como restaurante ha sido alabado por los mejores críticos gastronómicos. Desde los inicios es famoso el consomé servido en el samovar, así como su cocido. El restaurante también ofrecía servicios de cáterin de alto standing a los hoteles y para las celebraciones de la alta sociedad.
El restaurante aparece mencionado en numerosas obras literarias de los siglos XIX y XX. El escritor del 98, Azorín sentenció: “No podemos imaginar Madrid sin Lhardy“