El castillo del Retiro albergará un Museo Meteorológico, recuperará su imagen original e incluirá un mirador transparente
El castillete meteorológico de El Retiro, ubicado en el número 2 del Paseo de Uruguay, actualmente se encuentra desocupado y en avanzado estado de deterioro. Pero su situación pronto será subsanada porque el Ministerio de Transición Ecológica, que es la titular del edificio al estar adscrito a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), aprobó una partida de 3,7 millones de euros para su reforma que acaba de comenzar. El objetivo es que el castillete se convierte en la sede del nuevo museo meteorológico.
El porqué de la elección de este enclave para alojar al nuevo museo tiene mucho que ver con su origen. No en vano, el castillo albergó el primer telégrafo óptico del Observatorio Astronómico y el primer edificio del Instituto Meteorológico. Su emplazamiento en la parte más alta del Parque del Retiro permitía enlazar visualmente con las siguientes estaciones de las líneas de Levante y Andalucía. Se solían instalar los telégrafos en cerros y zonas altas para facilitar la comunicación.
Fue el 2 de noviembre de 1888, cuando el Ayuntamiento cedió el edificio al recién creado Instituto Central Meteorológico, que tuvo en el catillo, hasta 1963, además, la sede oficial de esta institución. A partir de ese año, el edificio encaró sucesivas reformas y remodelaciones.
El actual concurso para la reforma del castillete llega casi 15 años después de que ya se intentará remodelar el inmueble. En agosto de 2007, se llegó a conceder licencia urbanística de Reestructuración General para el edificio, en base al proyecto de remodelación firmado por la arquitecta Belinda Tato. Dicha licencia, sin embargo, fue archivada por caducidad al no iniciarse las obras en el plazo establecido.
El plazo de ejecución de los trabajos que se prevé en los pliegos del contrato es de 18 meses. El adjudicatario de la obra deberá transformar este espacio en un museo teniendo en cuenta, precisamente, el origen del castillete. En ese sentido, según consta en la documentación a la que ha accedido LA RAZÓN, el eje del proyecto pasa por la recuperación de la imagen original del edificio incluyendo la almenara superior e inferior. Ese trabajo se verá coronado por un nuevo espacio: un ligero y transparente mirador.