Os traemos uno de esos innumerables secretos que guarda nuestra querida Madrid. Se trata de un viaje al lejano oriente gracias al primer karaoke japonés que se abre en la capital. Un plan perfecto para familias, grupos de amigos, cenas de empresa o despedidas de soltero. ¿A que mola?
Todos hemos fantaseado alguna vez con la escena de Lost in Translation en la que Scarlett Johansson interpreta en un karaoke japonés de Shibuya (Tokio) la canción de The Pretenders Brass in the pocket, lanzándole miradas de complicidad a Bill Murray. La luz, la intimidad de la habitación en la que solo están ellos con unos pocos amigos japoneses y el encanto de estar participando de una juerga en un contexto cultural completamente diferente hicieron de esta escena una de las más veneradas de la película de Sofia Coppola.
Ahora es posible vivir una experiencia parecida a la del film en pleno barrio de Recoletos de Madrid en el primer karaoke japonés que abre en España. Se trata de Karaoke Bam (Calle de Recoletos, 23), un establecimiento con siete salas privadas con capacidad para hasta 12 personas cada una y un precio que ronda los 6 euros la hora por persona. Todas las salas han sido decoradas por el prestigioso interiorista Pablo Peyra, lo que confiere al lugar un encanto especial de marcado espíritu japonés. Para sentirte como si estuvieras en Tokyo sin salir del centro de la capital.
Puedes elegir canciones en un catálogo de 20.000 temas sin preocuparte por el qué dirán más allá del selecto grupo de amigos que acudan a tu recital particular, dado que las salas están insonorizadas. Además, en la barra del Bam se sirve una cuidada selección de cócteles y de tapas. Aunque si no quieres salir de tu particular oasis musical, con solo pulsar un botón puedes recibir comida y bebida sin abandonar la sala.
Karaoke Bam es una empresa francesa que ha querido importar la pasión de los asiáticos por el karaoke. Cuenta con karaokes box en Francia (cinco en París y uno en Burdeos) y ahora ha elegido Madrid como la ciudad para expandir su negocio internacionalmente. Se han decantado por Madrid debido a su gran ocio nocturno, a la disposición de los madrileños a probar cosas nuevas y a su gusto por la arquitectura, el diseño y las apuestas gastronómicas.