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Vaya Vaya, en Colón ya no habrá playa urbana este verano

playa colon madrid

Hace unos días compartíamos con todos vosotros una de las noticias bombas de este verano en Madrid, la construcción de una playa urbana en plena plaza de Colón. Pues bien, ahora parece que el ayuntamiento ha reculado tras unos informes negativos en relación a la sanidad y seguridad de dicha instalación, y la fuerte oposición de vecinos y comerciantes de la zona. Parece que la playa se quedará en sueño de una noche de verano

Manuela Carmena ya no quiere la playa urbana de Colón. Si el pasado 18 de junio, la alcaldesa de Madrid defendía en la comisión del ramo esta posibilidad, ahora, dos semanas después, no ve viable conceder la pertinente autorización. Pese a que dentro del Consistorio guardan cautela a la espera de hacer pública su decisión, en privado son varias las voces que reconocen la imposibilidad de que el proyecto, denominado «MadBeach», pueda llevarse a cabo en esta zona del distrito de Salamanca.

El viernes, los abogados de la manconunidad de Carlos III, que representa a los vecinos de Goya, 5 y 7; Hermosilla, 4 y 6; el hotel NH Colón y el edificio Platea Madrid, accedieron a la segunda parte del expediente, custodiado en la propia Junta Municipal. Y las conclusiones no pudieron ser más reveladoras: el proyecto «carece de definición» en varios aspectos. Así lo aseguró -según los letrados- el funcionario encargado de mostrarles el pliego, toda vez que los informes de los departamentos implicados han sido emitidos.

Informes desfavorables

En materia de sanidad, el estudio ha resultado desfavorable a la instalación debido a la falta de garantías del agua. Los Jardines del Descubrimiento cuentan con dos acometidas de riego, una de agua reutilizada -por lo que queda descartado su uso-, y otra cuyo líquido estaría por ver si se ajusta o no a los parámetros exigidos de potabilidad. Esta red, que depende del Canal de Isabel II, lleva años inoperativa, por lo que es la Comunidad de Madrid la que debe dar el visto bueno. En caso contrario, podría haber playa urbana,  pero no mar. También, los servicios jurídicos de los residentes afectados remarcan que el Ayuntamiento desconoce cómo se gestionarían los vertidos y residuos, ya que «no está definido el sistema de saneamiento ni fontanería».

Otra de las cuestiones capitales que ponen en duda el complejo veraniego es el informe técnico sobre el peso máximo que soporta la plaza de Colón: 800 kilogramos por metro cuadrado. Cabe recordar que debajo hay un aparcamiento público y un depósito municipal de vehículos. En el escrito, los abogados detallan que el departamento de Tráfico no habría dado el visto bueno, entre otras cosas, porque la persona que lo firma es un ingeniero de telecomunicaciones, y el Gobierno de Ahora Madrid considera que tiene que ser un arquitecto o un ingeniero de caminos el que selle la rúbrica. Y señalan, además, que existen deficiencias en el plan de prevención de incendios propuesto.

Exención de ruido

Respecto a la exención del ruido solicitada, los técnicos medioambientales han otorgado a los promotores privados la opción de poder superar en 10 decibelios (hasta los 75) el límite permitido en zona residencial. La medida abarcaría desde las 9 hasta las 22 horas, incluido el tiempo destinado a los conciertos diarios de música en vivo, de 20 a 22 horas.

El equipo de letrados que defiende los intereses de la mancomunidad de Carlos III advierte de que en el proyecto no está definido la producción de humos por parte de los «food trucks» ni la recogida selectiva de basuras. Faltaría también la presentación de la Identificación Industrial, exigible a todas las actividades que cuenten con cocinas o aseos. Con estos «ingredientes», el Ayuntamiento está a la espera de recibir la documentación solicitada -con las deficiencias subsanadas-, si bien no cree que el proyecto llegue a buen puerto, al menos, este verano.

Pese a todo, desde «MadBeach» indican que «no hay nada que les haga creer que no recibirán la licencia». El montaje del recinto, de 5.000 metros cuadrados y un aforo de 3.500 personas, tardaría entre ocho y diez días, por lo que el plazo inicial (del 1 de julio al 31 de agosto) sería notoriamente más corto. La empresa privada ha calculado ingresar 2.083.100 euros y unos gastos de 1.833.423 euros, desembolso este último, «al que habría que sumar 3,1 millones derivados del coste de las actividades ofrecidas a los bañistas».

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