Un restaurante acogedor con un trato familiar y materia prima de primera calidad que os aseguro que no os va defraudar.
Tras los descubrimientos de 2 grandes restaurante en la zona de Ramón y Cajal como El Gallego y Queen Burger Gourmet, esta semana me desplazo muy cerca, al lado de la famosa escultura de arcos del Barrio del Pilar, para probar La Tená. Un descubrimiento gastronómico que me complace compartir con todos vosotros.
LA TENÁ es un restaurante en el conocido Barrio del Pilar de Madrid, en el distrito de Fuencarral, muy cerca del Centro Comercial La Vaguada.
Manuel, su dueño, vecino del barrio y atleta olímpico que participó nada más y menos en 3 olimpiados, Seúl 88, Barcelona 92 y Atlanta 96 en la modalidad de 400 metros, ha invertido junto con su pareja todas sus ganas, tiempo y ahorros en remodelar el local (antiguo Los Montes de Galicia) y conseguir formar un gran equipo en barra, sala y cocina.
La decoración del local es muy original, donde predomina el diseño vintage con un ambiente de paredes blancas y marcos de color azul turquesa que evoca a la bella isla griega de Santorini. Puedes encontrarte tebeos de Mortadelo y Filemón, carteles publicitarios de los años 60 y otros detalles que resultan muy entrañables. Muy acogedor y con rinconcitos ideales para pasar una velada romántica.
LA TENÁ ofrece entre semana un menú muy completo y si pides a la carta encontrarás platos sencillos, caseros y dando prioridad al producto que es de gran calidad: ensaladas, carnes, arroces y pescados.
También es muy intersante el menú cerrado que ofrecen viernes y sábado noche por 25€ para que la cuenta final no depare un buen susto. Normalmente también ofrecen platos fuera de carta en función de los productos frescos que reciben. Si vais, no dejéis de preguntarles.
Y voy con mi experiencia gastronómica en la Tená. Para empezar como entrantes optamos por probar sus croquetas de boletus, el micuit artesano con confitura de tomate y el pulpo a la gallega.
Las croquetas de buletus, además de estar muy sabrosos, me sorpredió su forma, ya que se presentan en forma cuadrada, toda una novedad.
El micuit gustó muchísimo a toda la mesa, estaba delicioso, suave y no resultaba nada pesado.
El pulpo estaba muy tierno, y tenía un ligero toque crujiente muy original ya que después de cocerlos le dan un ligero frito en la sartén para conseguir esa textura.
Tras los entrantes llegaron los segundos, que me decanté tanto por una carne como por un pescado.
El plato de pescado se trataba de un rodaballo salvaje con una crema de berberechos y ralladuras de lima. Una salsa muy original y el pescado muy fresco dieron una combinación muy satisfactoria.
La carne era una pluma ibérica procedente de extramdura muy jugosa y tierna, y la salsa que le acompañaba estaba compuesta de miel y mostaza de Dijon que venía muy bien con la carne.
Finalmente el postre fue una crema de yogurt con macedonia de frutas servida en un tarro, hay que ver que de moda se ha puesto esta tendencia en el mundo de la reposteria.
Además todos estos platos fueron maridados con grandes vinos de distintas D.O. de España, todos ellos recomendados por el sumiller del restaurante, que acertó de pleno en las elecciones realizadas.
¿Qué os ha parecido el sitio?
Nosotros salimos muy satisfechos y es que ya era hora de que en el Barrio del Pilar hubiera un restaurante así, con excelente relación calidad/precio
Desde aquí agradezco el esfuerzo que hicieron en cocina y el trato tan cercano y agradable de Manuel y su pareja y todos los camareros.
RESTAURANTE LA TENÁ
28029 Madrid